Con los propietarios de este vivienda hemos compartimos un proceso, diría yo, completo: les hemos acompañado en la búsqueda de su nuevo hogar, con la reforma y con la decoración. Así que una de las partes más interesantes de este proyecto ha sido la colaboración y la sinergia.
Después de varios meses viendo casas juntos, a la hora de proyectar, ya sabíamos lo que les gustaba, cómo se imaginaban los espacios y las necesidades que tenían en su día a día.
Por tanto, realizamos intervenciones puntales que se revelaron clave para alcanzar el cambio de esencia buscado en esta vivienda.
En la planta principal, el salón se identifica con el de una pareja joven que ama compartir tiempo en familia y con amigos, en un espacio funcional, sobrio y elegante. En la zona de la cocina aportamos un mayor grado de luz trabajando con los cerramientos exteriores.
En la planta superior, unimos dos estancias para conseguir un dormitorio de ensueño, que mira hacia la Bahía de La Concha. Diseñamos los muebles para que todo fuera en absoluta armonía: colores, materiales y líneas. Y renovamos el baño ensuite buscando, no sólo un servicio, sino una continuidad entre ambientes, un espacio relajante.
El segundo baño de la planta, destinado a los más jóvenes de la casa, nos ha permitido jugar con colores más vivos y frescos.
Otro detalle que debíamos que tener en cuenta la hora de proyectar, es la pasión de esta familia por la lectura y los viajes, así que decidimos aprovechar la escalera de acceso a la última planta y dotarla de una librería a medida.
Ahora, en esta casa todo fluye. Una zona de estar amplia en la planta baja, una zona de noche cálida en la primera y arriba, y en el bajocubierta, una alegre habitación de juegos para los niños y los no tan niños.
Os puedo garantizar que cuando uno se entra en este hogar, está tan a gusto que no tiene prisa por marcharse.